Lucas apartó la mirada de la puerta. Volvió sus ojos a su amigo y asintió.
«Deberías de decirle a tu madre que hable con un psicólogo. Es lo mejor que puedes hacer si quieres ayudarla.»
Se levantó de la mesa y se asomó al pasillo de la universidad. Hacía dos días que Ariadna no aparecía y veía marcharse a su amiga sola. ¿Le habría pasado algo?
«Estás obsesionado». Hugo apareció a su lado mirando hacia los lados del pasillo. «Esa chica te ha comido el coco con dos palabras. ¡Solo sabes su nombre!»
Lucas se apartó del marco ofendido.
«No me pongas esa cara tío… seguro que ella no ha pensado ni un momento en tí.» Le reprochó Hugo.
«Estoy seguro que no me pisó de casualidad. Ella quería que la viese, ella quería conocerme» Afirmó con toda la seriedad posible. Hugo se rió. Lucas desaprovó su gesto y se sentó.
La clase fue igual de aburrida que el día anterior, pero por suerte, pasó más deprisa. Al salir su mirada de forma incosciente se desplazó al edificio donde estudiaba la amiga de Ariadna y para su sorpresa, ella estaba fuera esperandola.
«Si quieres esperarme…» Le dijo Lucas a Hugo. Él le miró cansino pero Lucas lo ignoró. Se fue directamente hacia Ariadna.
«Hola» Le dijo.
«Hola Lucas, ¿que tal?» Le preguntó Ariadna. Se dieron dos besos.
«Pues bien, acabo de salir de una clase más aburrida… ¿Y tu? Esperando a tu amiga ¿no?» Ariadna frunció el ceño «Os he visto salir juntas algunas veces…» Se explicó.
«Am… si, va a Marketing y relaciones públicas… Despues de salir yo de mis clases vengo a por ella en coche.»
«Que buena amiga… ¿Y qué estudias?» Preguntó Lucas cruzándose de brazos.
«Pues Producción audiovisual… y no es mi amiga, es mi prima.»
«oooh tu prima…»
Y en ese momento salió la prima y el tiempo volvió a correr deprisa. Dos besos de despedida y una marcha rápida. Aunque feliz por haberse atrevido a hablar con ella.