La distancia de mi corazón a tu pecho

Supongo que sí que lo sabía, que a pesar de la distancia ibas a estar aquí. Que el sol iba a rebotar en tu espejo y me iba a llegar tu resplandor. Que me llegarían los rayos que desprendes con tu sonrisa perlada. Sabía que no ibas a desaparecer porque es demasiado lo que cargo por dentro de tí. Porque es como si hubiese una mano tendida delante de mi que agarro con fuerza y no se desvanece. Pero tampoco aparece nada más.

Y miro ausente ese apretón de manos preguntándome cuánto falta para que el contacto sea real. Pero no encuentro respuesta. Me siento perdida sosteniendo un mapa sin puntos cardinales, sin ríos ni montañas, sin edificios emblemáticos, sin carreteras. Sin señales. Y fuerzo la sonrisa clavando en mi frente el cartel del optimismo. Cuando lo dices en alto parece mucho más real.

La distancia no es buena. El corazón extraña demasiado.